jueves, 15 de marzo de 2007

PEQUEÑA HISTORIA TENDENTE A ILUSTRAR LA OMNIPRESENCIA DE PATRICIO REY

Patricio Rey es hincha de Rescatate. Si analizáramos el símbolo que representa su nombre, los colores nos resultarían muy familiares. Obviamente, pueden existir mil motivos por los cuales sus iniciales estén teñidas de rojo, su corona sea dorada (tal como el borde de nuestro escudo) y todo este estampado sobre un fondo negro. Para no quedarnos solo con esto, iremos un poco más lejos. Lo que sigue, es una historia -nuestra historia- contada por él. Son sus palabras y no las mias las que relatan, de principio a fin, un típico fin de semana en nuestras vidas.
Todo empieza la noche anterior al partido. Toxi que viene taxi que va y las bandas marchan para algun tugurio de frontera, siempre el mejor testigo de la tarea fina que nos encomendamos para ser una vez más héroes del whisky. Pasan minutos que parecen siglos, y la noche tira un salto mortal. Quizás caigamos en un bar muy triste con olor a gato. Ahi es cuando la vas de bailarín sin saber sobre qué pierna bailás y buscás una tipa rapaz para descargar todo nuestro blues de artillería. Lo único que quieren escuchar tus oídos sangrantes es: "Te voy a salvar esta noche". Tampoco te extrañe encontrarnos escuchando un rock fuerte por algún puticlub donde clavamos nuestros ojos ciegos bien abiertos sobre una negrita que baila hasta el fin. Esa tipa vino a consolarte, te mira y gime: "Pida lo que Ud quiera señor". El billete pide a gritos que lo gasten, pero algo no te convence, ella baila con todos y no quiere besar a nadie. Vos sabés bien que si vas por una lluvia que realmente moje, mejor meterte con alguna piba de Blockbuster o con la hija del fletero. Esas nenas te hacen creer que te van a necesitar más que a nada en el mundo y cuando empiezan a cabalgar, no las podes cambiar por nada. Quizás, también, la gran bestia pop tenga planes para nosotros y adorne nuestra esclavitud rodeándonos de muecas festivas girando alrededor nuestro al ritmo de musica para pastillas. Además de algunos nenes con superpoderes, muchachitas fatales te rozan la piel. Sus caras te resultan conocidas, seguro que las viste girando por el shopping disco zen. Vos solo querés atornillarlas y rajar del amor detrás de un beso nuevo. Pero esto es solo un espejismo. Pese a quien le pese, las mejores noches las pasás preso en tu ciudad, una prisión que al fin te gustó: corriendo a la deriva por San Telmo; abrazados por los fuegos de Octubre en un incendio en Palermo Chico; y como en tu coco siempre hay un petardo, decidís correr unos pocos peligros sensatos y esconder el cuerpo del delito bajo algún árbol del gran bonete. Liberado al fin, en un rincón oscuro quemás tu vida. Cuando la noche es más oscura, se viene el día en tu corazón. Ahi es cuando mirás el cielo justo a tiempo y ves lujosas estrellas rajando. Maldición! Va a ser un día hermoso. Va amanecer y estás fusilado por la cruz roja, hecho migas. Ya te vinieron las ganas de tumbarte a la bartola. Llegás a tu catre arrastrando los pies y te dormís en 6 minutos. Soñás la hoguera donde siempre sos la leña. Una caja musical te despierta y ves que son las 2, es tarde ya!. Es hora de levantarse querido!. La imagen te desfiguro, pareces un amo de resacas. Estas tomado de más, tolerando todo!. Rogás por una soga de cain al Señor en los cielos o que el dolor borre el rastro pero ya no hay tiempo de lamentos. Te reencontrás con los botijas y quemando la turbina te escapas. Quizás te tomes el último bondi o un auto guapo venga por vos y se mande en una picada. Comentás las noticias de ayer y llegás a la cancha. Escuchás caer tus lágrimas al ver las banderas rojas, banderas negras, porque te avivás que ya no estás solo, estamos todos. Hacés tu invocación y el sheriff da el pitazo. Solo un buen gesto con los tuyos te convence que te quieren ver correr como un ladrón. Pensás en los rivales como un banquete para el caníbal que hay en vos. Están fritos -pensás- son tipos pancomido que van a ver crecer las flores desde abajo. Pero tampoco te creés el mejor culo para tu sillón, sabés que nadie es perfecto. Resultes vencedor o vencido , quizás tu Dios esté de tu lado y de la nada a la gloria. Tic-tac efímero, el encuentro termina. Esto es to-to-todo amigos. Volvés a tu casa, chiflado, obnubilado. Nadie lo puede negar: Patricio Rey es hincha de Rescatate y lo sigue a todos lados.
Quizás no lo notemos a simple vista, pero siempre está presente en todas partes a la vez. Sus canciones relatan todos nuestros sentimientos, nuestras alegrías y tristezas, nuestros éxitos y fracasos, nuestras riquezas y miserias. Pero también, existe una presencia mucho más fuerte y con más peso: la banda inconsolable, los ángeles para tu soledad, los amigos. Y para mi, eso es Rescatate, un estandarte de amistad, una materialización más de nuestros lazos. Todos ustedes son, en definitiva, un gran remedio para un gran mal.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

sublime gonzalo sublime!!!!

un golazo de media cancha keridooooooo!!!

seleccion seleccion a gritos seleccionnn

Anónimo dijo...

A QUIEN SE LO ROBASTE, QUISE DECIR, COPIASTE?

Anónimo dijo...

CONMOVEDOR, REAL, PRECISO Y DE MUY DROGON...gracias por la magia

Anónimo dijo...

Si Teto escribió esto, yo soy La Joya

Anónimo dijo...

te la dabas de zochori pero era un raton

Anónimo dijo...

anoche te salto la ficha, de tu verdadera vocación

L.J.