RESCATATE PARA TODOS
Ya se sabe pero no está de más repetirlo (una y mil veces si
hace falta): Rescatate es el campeón de la A.
Llegó a la cima de una escalera imaginaria subiendo escalón
por escalón. Sin saltearse ninguno. Viviendo y sufriendo cada categoría.
Desencantándose como lo hizo en la D. Festejando como lo hizo en la
C. Poniéndose el overol como lo hizo en la B. Decepcionando
como lo hizo en su primera temporada en la A.
Pero comprometiéndose en esta última etapa como nunca lo
hizo. Y el resultado es claro y nos exime de cualquier análisis: somos
campeones y no importa nada más.
Por eso no hace falta explicar lo que pasó en la final.
Tampoco como llegamos a ella, ganándole a uno de los mejores equipos amateur
que me tocó ver en mi vida. No importa todo este tiempo sin escribir y menos me
interesa contar por lo que se pasó. Me quedo con este campeonato logrado por el
equipo. Y por todos los que alguna vez formaron parte de Rescatate.
Y empiezo por los protagonistas de este título. El primero
sin dudas es Chori, que se puso el equipo al hombro y empujó a todos a un
campeonato impecable. Nos potenció las virtudes y escondió debajo de la
alfombra nuestros defectos. Y los mantuvo ahí los 13 partidos. Todos los que
conformamos el plantel. Sherman, ahora en Junín y celebrando a la distancia.
Ando que se paró debajo de los tres palos y achicó el arco con sus voladas
salvadoras en la final. El Cuervo y Gambetita, dupla impensada de centrales por
la que Chori apostó un pleno y salió con los bolsillos llenos. Un mediocampo
con presión, vértigo y explosión repartido entre el Agustino, el mejor del
torneo, y Fede más Dieguito y el Mono, que todavía siguen surcando los
laterales. Arriba los goles de Sacha y Nacho, una dupla que si se miraran un
poco más serían irremplazables. Teto y el Negro, aportando cada vez que se los
necesitó. Uno haciéndose patrón del fondo y fumador en momentos cruciales en
que se cocinaba nuestra segunda estrella. El otro, sorprendiendo con su
prestancia y su chanfle al bidón que nunca voy a poder (tampoco quiero) borrar
de mi mente. Lio, volviendo de Italia y haciéndose grande en el partido en que
todos lo necesitábamos. Somos nosotros, los que alguna vez me animé a bautizar
como los mismos de siempre. Pero no los únicos. Están los que pasaron, tanto en
este torneo como en otros no tan buenos. Por eso lo veo a Junior, con los
guantes puestos cuando no teníamos quien se los ponga. El Cabezón y Panchito,
aportando en uno de los peores momentos de Rescatate. Tuqui, que alguna que
otra vez postergó los tambores y se vino a poner la rojinegra. Y si no a
alentar. Son tantos…
Miro hacia atrás y me parece verlo a Fredy debajo de un
diluvio y protegido con un paraguas disfrutando nuestro primer campeonato.
Siempre estuvo presente así que seguro que donde esté, estará disfrutando el
doble. Como olvidarme de Pigu? Si Pigu hubiese estado el sábado ni sufríamos.
Lo ganábamos con tres goles suyos en el primer tiempo. Pero se fue a Neuquén y
todo RFC lo extraña. También es de él. Y hay más que defendieron la camiseta:
el Chino, con la rodilla casi erosionada por completo pero yendo a morir en
cada dividida. El Capataz, de temer adentro y afuera de la cancha. Estuvo
esperando este momento y volvió con el cartel de campeón. Y el Ruso!
Completando el tridente, también estuvo presente aquella tarde lluviosa de
diciembre alentando y festejando. Creo que no voy a terminar nunca…
El Poyo y Larry. Dos estandartes de Rescatate. Dos ídolos.
Me pone feliz que sea de ellos también. De Henry, cuando nos llevó aquella vez
en la ya extinta camioneta a todo el plantel a jugar (y casi deja al hijo en el
eki por fisura). Dieguito Nigro, creador e impulsor de la copa de la vida,
siempre con el descanso justo en el momento apropiado para descomprimir los
momentos de tensión. Las pibas… que tantas se habrán bancado con tal de que nos
pongamos la rojinegra cada sábado. Deo, Valen, Homero y Malek. Tan hinchas como
cualquier ser humano. De quien me olvido?
Nico y Santi, sufriendo como todos nuestra derrota más
humillante. Dimas, aportando en un par de partidos hasta con goles. Los que
supieron estar en nuestra etapa en 11. El Vikingo, que me parece que fue ayer
cuando lo vi llegar al eki con los botines y un par de bananas en una bolsa. Henao
Bondi y su presencia intimidante en el arco. Victor, como arquero y DT. Y
cuando digo DT me acuerdo de Eduardo. Se la hicimos difícil pero se manejaba
cada sábado 100 km
para hacerse presente. Javier Augusto, que decía ser la anti cábala y resultó
ser la cábala.
Son muchísimos, somos muchísimos. Y si me olvidé de alguien
es justamente por eso. Ya son muchas palabras y en una situación así sobran. Lo
importante es que Rescatate salió campeón. Y, por suerte, es de TODOS.