lunes, 11 de abril de 2011

ALIMENTANDO EL SUEÑO

Rescatate cumplía treinta partidos en Northchamp y, en un horario peligroso, se enfrentaba a Azurra, rival nuevo del que no había ningún dato. Finalizado el partido, nos ibamos a dar cuenta de que era lógico: el pseudo conjunto italiano no llegó ni siquiera a ser una lágrima y se quedo en apenas un sollozo. La Maquina Fumanchera lo despachó sin despeinarse 7 a 4 y sigue alimentando su sueño de escalar hacia la máxima categoría en tiempo ideal.


La mañana encontró al equipo de Palermo casi completo. El casi se transformó en todo cuando Sacha, que la noche anterior se fue de copas a un barcito (ma’ que barcito, un quilombo terrible) recibió el llamado de los pibes para rescatarlo. Con las bajas del Mono y de Calchatore, el equipo se presentaba con un suplente y con las mismas ganas de cada sábado de demostrar que está hace tiempo para jugar en la A. Mientras algunos equipos mediocres saltean categorías en los escritorios, Rescatate pasa por todas sin privilegios y se muestra a la altura de las circunstancias, como su historia lo indica. Ya digerido el mal trago en la Copa de Campeones y con un invicto de ocho meses (en tiempo reglamentario, según la aclaración de Maschorizo), el rojinegro salía a la cancha con Lio parado de nueve y Nachito esperando desde el banco su entrada triunfal luego de la intervención quirúrgica que lo tuvo del otro lado de la línea de cal durante los últimos dos partidos. Los primeros minutos mostraban lo mismo de siempre: la pelota en poder de Rescatate, Sacha y Facu armando juego desde abajo, el Cuervo, Agustín y Maschorizo repartiéndose el medio y Lio bajando a ayudar para la creación. Lo mejorcito de Azurra pasaba por su único volante, que de todas formas no alcanzaba para inquietar a Sherman. En un cambio táctico de dudosa lógica, Agustín se quiso adueñar del círculo central y la jugada no salió del todo bien. Pocos minutos después la injusticia se hizo presente en la 10b: error en el fondo que se encontraba muy adelantado, contra rápida y definición del delantero de azul. Había que volver a empezar, Maschorizo volvió al medio y en la primera pelota que tocó la mandó a guardar desde afuera del área para reacomodar el marcador. Parecía que se venía la catarata de goles cuando otra mala acción en el fondo rojinegro le dejó servida la pelota al payaso de vincha. Nada que hacer para Sherman y Azurra se volvía a poner en ventaja. En otro golpe de efecto inmediato, Lio iba a tomar la pelota en posición de mediapunta y con el guante derecho iba a habilitar a Agustín, quien en una diagonal de izquierda a derecha iba a acariciar la redonda y picarla por sobre el arquero quilmeño. Empate y ahora sí, a dejar las desconcentraciones. Cerca del final de la primera parte, Gambetita agarró la lanza y en una doble pared rápida, precisa y exquisita con Nacho, se encargó de poner en ventaja por primera vez al conjunto de Palermo. A los pocos minutos, Sacha iba a anotarse también en el marcador y el 4 a 2 del primer tiempo empezaba a definir el partido.


Para la segunda etapa, Azurra mantenía el esquema pero se iba a adelantar más en el campo para presionar la salida. Rescatate no traicionaba su esencia y más allá del juego que imponía su rival seguía saliendo por abajo. Sherman seguía sin inquietarse demasiado y el mediocampo rojinegro se hacía dueño del fútbol. Así las cosas, fue cuestión de paciencia y perseverancia para que Sacha volviera a inflar las redes, esta vez de cabeza, y estirara a tres la ventaja. Otra jugada colectiva excelente en la que hubo alrededor de diez toques y donde los siete jugadores tocaron la pelota iba a culminar en el sexto tras la definición de Nachito, tanto que significó la vuelta a las redes del MVP del Clausura 2010. Llegó el séptimo de Agustín que, no conforme con la delicia que regaló en el primer tiempo, volvió a picársela al aquero y dejarlo en ridículo. El 7 a 2 permitió algunos lujos de Lio que irritaron a un rival que, entre el empuje y la vergüenza, marcaría dos goles para poner cifras definitivas al partido.


La victoria de Rescatate, novena consecutiva por Torneo, demuestra que este equipo sigue con hambre pero con la obligación de aprender a regular mucho mejor y ser el doble de contundente. De no ser así, alguna ingrata sorpresa puede golpear a la Máquina Fumanchera al final del Apertura.


Para la próxima fecha, será el turno de que Gambetita se calce el saco y la gorra de DT y que el Mono y Calchatore (para quien va dedicado el 7 a 4) vuelvan a vestir la roja y negra. Para volver a sumar de a tres y seguir soñando con un bicampeonato que lo deposite en la máxima categoría sin escalas, como hace tiempo lo merece.

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